Un Viaje Gastronómico que No Te Puedes Perder

Oaxaca es un paraíso gastronómico

Oaxaca es un paraíso gastronómico donde destacan tres imperdibles: el mole,  las tlayudas y el mezcal. Conocida como “la tierra de los siete moles”, Oaxaca ofrece delicias como el mole negro, coloradito y manchamantel, siendo el mole negro el más icónico. Las tlayudas, grandes tortillas de maíz ligeramente crujientes, se rellenan con frijoles, quesillo oaxaca y hasta chapulines, ofreciendo un sabor único. Acompaña estos platillos con un mezcal artesanal, ya que Oaxaca produce más del 70% del mezcal de México, una bebida que refleja su tradición y cultura. ¡Un deleite para el paladar!

Mérida: La cocina yucateca

Mérida es el lugar perfecto para disfrutar de la Cochinita Pibil, carne de cerdo cocida lentamente en un horno subterráneo y envuelta en hojas de plátano, o de la refrescante sopa de lima, un caldo ligero con pollo, tomate y tortillas fritas. No dejes de probar los panuchos, papadzules y salbutes, tres platos tradicionales que te sorprenderán. En cada rincón del centro podrás encontrar marquesitas, un dulce irresistible con queso y dulce. Y si te atreves, no te pierdas el relleno negro, un guiso de pavo o cerdo con una mezcla de chiles secos y especias. ¡La comida en Mérida es una experiencia que no puedes dejar pasar!

Puebla: La cuna del mole poblano

En Puebla, dos platillos son simplemente imprescindibles: el mole poblano, una salsa espesa y compleja que combina chiles, especias y chocolate, generalmente acompañada de pollo o pavo, es uno de los platillos más representativos de la región. El otro es el emblemático chile en nogada, un chile poblano relleno de picadillo, una mezcla de carne de res y cerdo con frutas, cubierto con una suave salsa de nuez (nogada) y decorado con granada, que lo convierte en una verdadera joya de la gastronomía poblana. Ambos son un festín de sabores que no puedes dejar de probar.

 

Baja California: El paraíso del vino en México

El Valle de Guadalupe, ubicado en el corazón de Ensenada, es un paraíso vinícola que produce más del 80% del vino en México. Este destino, famoso por su belleza natural y su excelencia enológica, ofrece una experiencia única para los amantes del vino y la gastronomía. Su clima mediterráneo, combinado con suelos ricos en minerales, crea las condiciones perfectas para el cultivo de una amplia variedad de uvas. Además, su cercanía al Océano Pacífico brinda días cálidos y noches frescas, permitiendo una maduración lenta que intensifica los sabores y aromas únicos de cada cepa.

El Estilo Veracruzano: Café Lechero

El café lechero es un símbolo de Veracruz y una experiencia imperdible. En lugares icónicos como el Gran Café de la Parroquia, el ritual comienza con una taza de café oscuro, fuerte y aromático. El momento especial llega cuando el mesero, con gran habilidad, vierte leche caliente desde lo alto al sonar tu cucharita, creando espuma y añadiendo un toque teatral a la mesa. Lo mejor es que tú decides la proporción de café y leche, personalizando cada taza a tu gusto. ¡Una tradición que combina sabor y espectáculo!

Michoacán: caritas y corundas

Las carnitas michoacanas son un verdadero manjar que ha trascendido las fronteras del estado, convirtiéndose en un platillo reconocido a nivel nacional e internacional. Originarias de Michoacán, las carnitas tienen su epicentro en Quiroga, una localidad conocida como la capital de este platillo. También se preparan en localidades como Santa Clara del Cobre y Tacámbaro. Las corundas son tamales tradicionales de la cultura purépecha que destacan por su forma triangular o cónica, a diferencia de los tamales rectangulares o alargados más comunes en otras partes de México.

Consejos para tu viaje gastronómico

¡Prepárate para un recorrido lleno de aromas, colores y sabores que te harán amar aún más la riqueza culinaria de México!